Muchos municipios de la costa disfrutan ya de playas cardioprotegidas equipadas con desfibriladores externos en puntos de socorro y personal con formación en primeros auxilios. Esto hace posible atender a una persona en los primeros minutos después de sufrir un paro cardiorrespiratorio (PCR) o síndrome de muerte súbita.
Está demostrado que la playa es un lugar vulnerable para cualquier emergencia de salud, en especial de incidencia cardíaca. Así, se hace cada vez más necesaria la certificación de las playas como espacios cardio seguros que reúnen las condiciones necesarios para atender a las víctimas de infartos además de fomentar la cultura preventiva.
En este artículo, hablaremos sobre la importancia de disponer de desfibriladores en las zonas más concurridas de las playas y cómo pueden salvar vidas. También discutiremos las medidas necesarias que deben tomarse para garantizar la seguridad de los visitantes de las playas.
Qué son las playas cardioprotegidas
Cualquier lugar público o privado que reúna las condiciones para garantizar el cuidado del paciente cardíaco se considera espacio cardioprotegido. Las playas, al ser ambientes abiertos y de esparcimiento, deberían formar parte de las principales zonas de cardioprotección todos los veranos.
Para que una playa cumpla con estos requerimientos debe disponer en cada punto de atención sanitaria un desfibrilador externo semiautomático (DESA), de rápido acceso al público. Además, la formación del personal en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y en el uso de desfibriladores son requisitos básicos para obtener o renovar este certificado.
Por qué es importante instalar un desfibrilador en la playa
Las zonas turísticas de la costa son los lugares más concurridos durante el verano, y muchas personas las eligen para relajarse y disfrutar de actividades al aire libre. Si alguien sufre un paro cardíaco en la playa, es vital disponer de un desfibrilador ya que en este tipo de emergencias los primeros minutos son cruciales y contar con este equipo puede salvar una vida.
Además, tener una playa cardio segura no solo garantiza la seguridad de los visitantes, sino que también puede mejorar la imagen y reputación de la zona y la ciudad en general. Saber que la playa está equipada con medidas de seguridad efectivas puede atraer a más turistas y visitantes.
Qué medidas se deben tomar para hacer de una playa un espacio cardio protegido
- Instalación de desfibriladores externos automáticos en lugares accesibles y bien señalizados.
- Capacitar al personal de la playa en primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP). El soporte vital básico (SVB) es el código internacional de atención de las enfermedades o lesiones que atentan contra la vitalidad.
- Establecer un protocolo claro y efectivo para el tratamiento de emergencias médicas.
- Realizar simulacros periódicos para garantizar que el personal esté capacitado y preparado para actuar en situaciones de emergencia.
- Informar a los visitantes sobre las medidas de seguridad y la ubicación de los DEA.
Qué tipo de desfibrilador elegir para una zona de playa
Los desfibriladores semiautomáticos externos (DESA) son los más adecuados ya que pueden ser utilizados por personal no médico y permiten actuar rápidamente en caso de emergencia cardíaca, aumentando así las posibilidades de salvar una vida.
Estos dispositivos están equipados con instrucciones de voz y/o pantallas visuales que guían al usuario a través del proceso de desfibrilación, desde la colocación de los electrodos hasta la administración de la descarga eléctrica. Los DESA no solo son capaces de indicar el momento preciso para realizar la descarga eléctrica, sino también de indicar al ayudante cuándo es necesario separarse del paciente al pulsar el botón que activará la desfibrilación. Esto permite actuar rápidamente y de manera efectiva ante una situación de riesgo para la vida del paciente, lo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Además, algunos espacios cardioprotegidos disponen del sistema Desfibrilador Operacional Conectado (DOC), lo que permite integrar en el dispositivo un módulo de comunicación. Este indicador acorta el tiempo de acción, además de poseer geolocalización para enviar las coordenadas del lugar donde ocurre la emergencia.
El desfibrilador instalado junto al mar debe con una protección especial contra la humedad y la salinidad del ambiente marino, ya que estos factores pueden dañar el equipo y afectar su funcionamiento. Por eso, los desfibriladores para uso en exteriores suelen tener una carcasa impermeable y resistente a la corrosión,
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La cardioprotección es un aspecto importante de la seguridad en las playas. Proporcionan una respuesta rápida y efectiva a las emergencias médicas, lo que puede salvar vidas. Además, una playa cardio protegida puede mejorar la imagen y reputación de la ciudad, pudiendo ser un factor decisivo para los visitantes a la hora de elegir su destino.
La inversión en la instalación de desfibriladores externos automáticos y la capacitación del personal en primeros auxilios y RCP puede parecer costosa, pero el valor de salvar una vida no tiene precio. Conoce nuestro catálogo de desfibriladores para playas y cualquier otro centro de cardioprotección público o privado. Contacta con nosotros y solicita toda la información necesaria acerca de nuestros servicios.